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  1. El Quijote de la mancha (de café), es un juego de palabras que surge de una idea de reutilización, en la cual, usar el resto de café como tinte a modo de acuarela, nos puede generar una textura casi igual que la de una acuarela profesional, y por qué no, también disfrutar de ese olor a café tan mágico que a los artistas nos acompaña en nuestro día a día. Y para éste proyecto era perfecto porque usar solo una tonalidad de color con diferentes degradados era suficiente, porque el poder y el contraste de la creación nos la daba el carboncillo.
    Para esta creación era de vital importancia utilizar un 100×100 de materiales reciclados, por eso buscamos por el barrio de Gracia, donde se ubica la calle Verdi, materiales como: Carbón o restos de chimeneas, cañas secas, cápsulas de café usadas, sabanas viejas. Tan solo nos tuvimos que desplazar para recoger los restos de hilos de pescar que algún barco, de irresponsable, había lanzado al mar y acabó llegando a la costa. Con las cañas fabricamos las estructuras de las aspas y las cubrimos con las sabanas viejas. El hilo de pesca es perfecto para colgar las aspas de los balcones, ya que nos da una sensación de levitación. Con el carboncillo y los posos se pintaron las aspas, con frases celebres del hidalgo don Quijote, con la intención de que la gente joven disfrute de estos textos y se den cuenta de que un texto escrito hace cientos de años puede resultar muy actual.
    Visibilidad:
    Pública

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